Sesenta connacionales retornarán en un segundo vuelo desde Bucarest.
Mexicanos que llegaron desde Jarkov, al noroeste de Ucrania al sitio fronterizo de Siret en Rumania, ya se encuentran en Bucarest y agradecen al gobierno federal, al canciller Marcelo Ebrard, a los embajadores de nuestro país en Ucrania, Olga García Guillén, y en Rumania, Guillermo Ordorica Robles, el haberles ayudado para “salir literalmente, corriendo de las bombas. Literal, literal”, dijo Iliana Monárrez.
“Nos han tratado con tanta humanidad y tanto cariño, y agradecemos tanto, tanto la ayuda que no tengo cómo agradecerles eternamente haber salvado a mi familia”, dijo una joven madre, acompañada de su hijo Joshel.
Visiblemente emocionada, dijo: “Y el apoyo más allá de un gobierno o de funcionarios, nos han dado un trato humano, y de mucha calidad, y mucho acompañamiento”.
“Agradezco de todo corazón y toda mi familia, por todo lo que han hecho por nosotros los mexicanos y que estemos a salvo. ¡Es algo increíble!
Habló, sobre todo, “de las dificultades que sorteamos para poder llegar hasta acá y que las embajadas y la gente de las embajadas nos hallan agarrado de la mano para poder tomar una decisión de salir del bombardeo”.
“Y eso, no tenemos cómo pagarlo: la humanidad que tiene nuestro gobierno para con nosotros. Somos gente normal. No somos gente famosa ni mucho menos; pero por eso es mucho más grande el agradecimiento que tenemos y habló también por mi hijo”, dijo y volteó su mirada hacia la izquierda para verlo.
En el refugio donde se encuentran en Bucarest, médicos militares mexicanos los revisan, por el estrés de la invasión rusa en territorio de Ucrania y por las bajas temperaturas de hasta 10 grados bajo cero.
Serán más de 60 mexicanos quienes retornen a territorio nacional este martes. Viajarán en el avión de la Fuerza Aérea Mexicana acompañados de sus hijos, parejas y ciudadanos latinoamericanos aún sin precisar nacionalidad.
La embajadora de México en Ucrania, Olga García Guillén, quien también abandonó Kiev por los bombardeos, comentó que otros 30 connacionales, en su mayoría mujeres, decidieron quedarse en Ucrania, pese a los riesgos, pues sus esposos o compañeros están en combate.