Palas y picos son las únicas herramientas que tienen para localizar a sus seres queridos.
Por tercer día consecutivo, Madres Buscadoras de Sonora y colectivos locales continúan con los trabajos de búsqueda de personas desaparecidas en la zona metropolitana de Guadalajara, que hasta el momento ha dejado como resultado la localización de dos cuerpos en el Fraccionamiento Lomas del Sur, en Tlajomulco el pasado lunes.
Son mujeres que, sin importar los intensos rayos del sol, ni las condiciones del terreno, buscan incansablemente a sus hermanos, esposos, padres e hijos.
Acompañadas de la Comisión Estatal de Búsqueda, la Fiscalía y la policía del Estado, llegaron a un predio ubicado a un costado de la laguna Villa Corona.
En un pozo de aproximadamente tres a cuatro metros de profundidad encontraron huesos que deberán ser analizados por peritos de Ciencias Forenses para descartar si son humanos o de algún animal.
Las buscadoras quitaron la hierba alrededor del pozo y personal de Protección Civil bajó con una escalera para extraer los huesos.
«Pues lo que sigue es que la Fiscalía que se encuentra en ese lugar ya pues traiga los elementos que puedan entrar dentro de este pozo y puedan hacer una excavación para ver qué más indicios hay porque la información es que aquí pues han estado tirando cuerpos».
Palas y picos son las únicas herramientas que tienen para buscar a sus seres queridos en terrenos despoblados y casas abandonadas.
Un caso es el de Paola Osorio Sánchez, quien viene desde Puebla para buscar a su hermano Mario Alberto, de 18 años, quién fue sacado de su casa por unos sujetos armados en el Fraccionamiento Los Juncos en Tlajomulco el 17 de agosto de 2019.